A las expectativas las defino en tres diferentes grupos:
1. Las que nosotros le creamos al cliente con nuestra presentación y que de cumplirlas son desastrosas o fantásticas de superarlas.
2. Las que otros le hacen a nuestros clientes cuando nos recomiendan con ellos, y que las debemos de atender a detalle porque así podremos sorprender a nuestros clientes y por supuesto hacer quedar muy bien a quien nos hizo el favor de recomendar.
3. Las que nuestros clientes se hacen por sí mismos de nosotros, y son las que los hacen elegirnos porque ellos así lo desean después de habernos investigado unas veces y otras tantas muchos de ellos se aventuran a conocernos, estas expectativas son, ¡Gigantescas!, todavía no conozco a alguien que llegue a algún lugar y tenga el espíritu de que lo atiendan mal, por el contrario sus pensamientos es que esperan ser tratados como las personas más importantes del planeta, y de hecho lo son, por eso son nuestros clientes.
Atender los tres grupos es de importancia clave, y creo que nuestro objetivo clave debe ser:
¡Súper superar todas las expectativas de ellos!
Y muy importante recordar que también reconocer cuando no somos el proveedor indicado para nuestro cliente es una gran manera de superar las expectativas.
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