Nacemos constantes punto, no hay que aprender a serlo, así venimos de origen, lo importante es identificar en qué estamos invirtiendo nuestra constancia.
Soy constantemente flojo, el que posterga, no lector, excelente en excusar, impuntual, incumplido y así se puede ir la lista; o de otra forma ser constantemente consciente, activo, disciplinado, formal, cumplido, ordenado, profesional y determinante.
Comprender esta idea a temprana edad me llevo a darme cuenta que es innecesario el hacerme historias de cartón, de estás huecas, puñeteras que me apartan de la realidad, de la acción responsable y de la toma de decisiones de cambio que son las que catalizan los resultados en lo individual, en mi equipo y en los entornos donde estoy incidiendo todos los días social y profesionalmente.
La constancia es solamente una banda de transporte que se lleva lo que le pongamos encima; por ello la importancia de estar conectados al 100% con nosotros mismos a bien de gestionar a detalle todo esto que nos mantiene ocupados utilizando nuestros recursos de manera adecuado o desperdiciándolos de manera equivoca.
El simple hecho de saberlo y de tomar cartas en el asunto nos meterá en el terreno de lo que yo llamo · Claridad de Proyecto · que nos evita perder el tiempo, el enfoque, la dirección y la puntería; es lograr a como de lugar los resultados, quitarse de estupideces y tonteras y tomar la firme decisión de subir a esa banda constante las acciones importantes que benefician al proyecto.
Entonces…
Soy constantemente consciente o constantemente estúpido.
Esta me la dejo para la bitácora del capitán.
Saludos
PP Torre Speaking Series
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